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Bautismo

Historia

(Mateo 3:11, 13-17; 28:18-20)

Justo antes de que Jesús empezó de enseñar y de sanar a la gente, él fue al río Jordán para ser bautizado. Un profeta llamado Juan estaba allí llamando a las personas para que se arrepintieran de sus pecados porque el Salvador vendría pronto. ¡Era Jesús el Salvador que estaban esperando!

Jesús no había cometido ningún pecado por el cual tuviera que arrepentirse, pero él quiso ser bautizado por Juan para darnos ejemplo y afirmar que él estaba de acuerdo con el mensaje de Juan. Al principio, Juan no quería bautizar a Jesús y le respondió “Yo necesitaría de ser bautizado de ti!”. Juan sabía que Jesús era más grande que el. Sin embargo cuando Jesús le comentó a Juan que sería correcto de hacer, Juan estaba de acuerdo de bautizarle.

Finalmente, Juan bautizó a Jesús. Y Jesús se sumergió en el agua y cuando salió, se escuchó la voz de Dios desde el cielo diciendo “este es mi hijo amado, en quien yo me alegro.”

Al final de su ministerio en la tierra, Jesús mandó a sus seguidores de ir y hacer discípulos de todas las naciones y bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. También les ordenó que los enseñan a obedecer todo lo que Jesús les había enseñado a ellos. Los discípulos obedecieron y, dondequiera que fueron, bautizaban a los que decidían ser también seguidores de Jesús.

¡Practica volviendo a contar la historia!

Preguntas

  1. ¿Qué has aprendido sobre el bautismo con esta historia?
  2. ¿En que punto deberías obedecer?

El significado del bautismo:

La palabra “bautismo” significa “sumergir” haciendo referencia a la limpieza o lavado. Igual que Jesús fue bautizado, todo el que cree en él también necesita ser bautizado. Al final del evangelio de Mateo, Jesús le ordena a sus seguidores: “.... bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.” (Mateo 28:19) El significado de este versículo se puede ver más claramente en Hechos 2:38:

Pedro les contestó, “Cada uno de vosotros debe arrepentirse de sus pecados y acercarse a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para que vuestros pecados sean perdonados. Entonces recibiréis el don del Espíritu Santo.”

Ser limpios en el nombre del Padre...

Confesión de los pecados y arrepentimiento

Debemos confesar nuestros pecados y apartarnos de ellos. No podemos esconder nuestros errores debajo de una alfombra como si nunca hubiesen existido, sino que tenemos que hablar claro y reconocerlos (1 Juan 1:9). Debemos pedirle perdón a Dios y dejar a un lado todo lo que nos separa de él. Es con la ayuda de Dios que podemos cambiar nuestra forma pensar y de actuar; y que podemos comenzar a vivir conforme al propósito que él tiene para nuestra vida.

Ser limpio en el nombre del Hijo...

Bautismo con agua en el nombre de Jesucristo

El bautismo con agua también se llama “lavamiento de la regeneración” (Tito 3:5). Romanos 6:1-11 explica este significado:
Del mismo modo que Jesús murió y luego resucitó, cuando nos sumergimos en el agua al bautizarnos, al salir nosotros también obtenemos una nueva vida ya que dejamos de ser “esclavos del pecado”. Esto significa que el pecado ya no tiene poder sobre nosotros ni le pertenecemos. Ahora somos una “nueva creación” (2 Corintios 5:17). Gracias al bautismo, todo lo que pertenecía a nuestra vieja vida queda atrás, y ahora podemos comenzar a vivir una nueva vida basada en el ejemplo de Jesús.

Ser limpio por el Espíritu Santo...

Recibir el Espíritu Santo

Dios quiere darnos su Santo Espíritu. Este espíritu es como recibir "el poder de Dios" dentro de nosotros": su función es guiarnos para obedecer a Dios y poder resistir al enemigo. También permite que en nosotros abunde el amor, la alegría, la paz y la paciencia (Gálatas 5:22).
Cuando recibimos el espíritu de Dios, algo en nuestro interior cambia, y esto también se hace evidente a la vista de los demás (Hechos 19:6). Comenzamos a recibir dones sobrenaturales (1 Corintios 12:1-11 y 14:1-25). Es a través de estos dones que podemos mostrarle a la gente que el poder Dios se puede experimentar.

Preparación para ser bautizado

¡Es el momento perfecto para celebrar tu fe!

  • ¿Cuándo debería bautizarme?
  • ¿A quién debería invitar?
  • Puedes aprovechar la oportunidad para contarle a la gente quién es Dios para ti y cómo ha cambiado tu vida.

Si en tu corazón está el deseo de bautizarte, ¡comienza a organizarlo cuanto antes! Intenta profundizar en el tema con las preguntas que hay a continuación y no te quedes con ninguna duda.

Preguntas sobre el bautismo

  1. ¿Has tenido la ocasión de hablarle a Dios sobre tus pecados?
  2. ¿Crees en tu corazón que Dios ya te ha perdonado y que eso es gracias a que Jesús fue a la cruz?
  3. ¿Estás preparado para dejar atrás todo lo que te aleja de Dios y empezar a vivir una nueva vida con él?
  4. ¿Te sientes comprometido a creer en Jesús con firmeza?
  5. ¿Te comprometes a seguir a Jesús aunque tengas que enfrentar dificultades como la burla de la gente o el rechazo de tu familia?
  6. ¿Aceptas recibir al Espíritu Santo en tu vida?